Cómo una autopsia de membranas puede ahorrar miles de euros en una planta desaladora

¿Por qué realizar una autopsia de membranas?

Cuando una planta comienza a experimentar caídas en la producción, aumento de la presión diferencial o mayor frecuencia de limpiezas, muchas veces se actúa con medidas correctivas genéricas. Sin embargo, sin conocer la causa real del problema, esto puede ser ineficaz o incluso contraproducente. Una autopsia de membrana permite:

● Identificar el tipo exacto de incrustación (carbonato, sulfato, biofilm, etc.).
● Determinar si hay daños por oxidación, abrasión o incompatibilidad química.
● Evaluar la efectividad de los productos usados (antiincrustantes, biocidas, detergentes).

Metodología científica, resultados prácticos

En nuestro laboratorio especializado, combinamos distintas técnicas de análisis físico-químico, microscopia avanzada y espectroscopía, lo que nos permite realizar diagnósticos extremadamente precisos. Entre las principales herramientas utilizadas se incluyen:

● Microscopía Electrónica de Barrido (SEM): Permite observar la morfología superficial de las membranas con gran aumento, detectando depósitos de sales, materiales orgánicos o signos de abrasión mecánica. Su resolución de hasta nanómetros revela detalles invisibles a simple vista.

● Microscopía Electrónica de Barrido de Emisión de Campo (FESEM): Variante del SEM con mayor resolución y contraste, ideal para identificar estructuras más finas y distinguir entre diferentes tipos de incrustaciones o biofouling con precisión.

● Espectroscopía Infrarroja por Reflexión Total Atenuada (ATR-FTIR): Técnica espectroscópica que permite identificar compuestos químicos presentes en las incrustaciones mediante su huella infrarroja. Es clave para diferenciar entre incrustaciones de origen orgánico, inorgánico o microbiológico.

● Análisis EDX (energía dispersiva de rayos X): Complementario al SEM, permite conocer la composición elemental de los depósitos (por ejemplo, si contienen calcio, azufre, silicio, hierro, etc.).

● Espectroscopía de Fotoelectrones Emitidos por Rayos X (XPS): Técnica de superficie extremadamente sensible que permite conocer la composición química y el estado de oxidación de los elementos presentes en las capas más externas de las incrustaciones. Ideal para detectar compuestos orgánicos oxidados, óxidos metálicos y enlaces químicos específicos.

● Microscopía de Fuerza Atómica (AFM): Permite mapear topográficamente la superficie de la membrana a escala nanométrica, proporcionando información sobre la rugosidad, adherencia de los depósitos y cambios en la estructura física de la membrana que pueden afectar su funcionamiento.

Conclusión

Una autopsia de membranas no es un gasto: es una inversión en conocimiento. Y en un entorno cada vez más exigente y competitivo, saber exactamente qué ocurre dentro de tus membranas puede marcar la diferencia entre operar con eficiencia o reaccionar a la deriva.